Seguimos con el repertorio francés. Nuevamente chupando cámara; es lo bueno que tiene ir con compañía de viaje y no solo afotar tu solo mientras los demás se ponen ciegos de olas y estelas sureñas. Aunq también os muestro una instantanea de la perfeccion de la rompiente a las 8.30 de la mañana. Una imagen vale más que mil palabras.
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